Poza de la Sal.

Esta villa con aire medieval se encuentra distribuida en un laberinto de calles empedradas y plazuelas que nos trasladan a otra época.
Entre los edificios que más destacan en esta localidad se encuentran el Ayuntamiento adosado a la muralla en el XVI, el Arco Conjurandero puerta principal de la villa, la Casa de administración de las Salinas construida para la organización y control de las salinas, de las que posteriormente hablaremos y sobre todo su castillo.
El castillo de Poza es una de las fortalezas más espectaculares de la provincia de Burgos.
Los restos actuales pertenecen al siglo XIV y sus principales señores fueron los miembros de la familia Rojas. Sus propietarios lo utilizaron para montar el sistema defensivo para proteger las salinas que suponían una gran fuente de ingresos.
El castillo construido en lo alto de la peña, presenta su planta estrecha y alargada semiexcavada en la roca. Aunque su estado actual no es el ideal, nos permite acceder a su terraza superior desde la cual obtenemos una bonita vista de Poza y del gran parte de la llanura burebana.



Castillo S. XVI.


Las salinas de Poza son una explotación casi a cielo abierto y que durante prácticamente un siglo fueron utilizadas para extraer la sal que tanta importancia tubo a lo largo de la historia.
Ellas son responsables del esplendor alcanzado por la villa en la épocamedieval.
Actualmente aún se pueden observar algunas de las eras en las que se depositaba el agua cargada de sal para su evaporación. Al pie de las eras se puede descubrir el acueducto romano, las fuentes y lavaderos recientemente reformados.