Consejos.

Refugio en el valle de Añisclo, Luis.
A pesar de lo pueda parecer, los tresmiles pueden ser tan peligrosos como cualquier cuatromil de los Alpes.
En verano el grado de dificultad disminuye considerablemente, ya que en la mayoría de ellos no encontraremos nada de nieve, ni hielo salvo en aquellos que tengan la fortuna de mantener un glaciar.
Estos con un mínimo de cuidado y atención son fácilmente franqueables.
El gran problema de un tresmil en verano suele ser el sol y la hidratación.
No será la ultima vez que se debe de evacuar a alguien por un serio problema de insolación, protegerse adecuadamente del sol y del aire son factores importantes, así como una continuada hidratación.
Si nos decidimos a realizar algún tresmil durante el invierno o al poco de finalizar esta estación recordar que ya la ascensión se recrudece y se debe de poner la máxima atención en cada paso.
Infórmate con anticipación del estado de la ruta escogida, pregunta en las oficinas de turismo, o en las tiendas de deporte de montaña de la localidad, suele ser gente que esta al tanto del estado de las rutas.

Resumiendo:

Hidratación, alimentación y protección adecuadas.
Información sobre la ruta.
Sentido comun, no menosprecies los tresmiles.

ANETO

MONTE PERDIDO